Analizando el icono de San Juan Bautista con cáliz.
En otros iconos de San Juan Bautista, como ya hemos visto, la iconografía oriental eligió enfatizar el significado de la palabra "ángel". Decir mensajero divino, es igual que decir un ángel. Juan es el precursor, el enviado de Dios para preparar el camino. Por lo tanto, se le ha representado frecuentemente con alas.
Ahora vamos a centrarnos en otra representación, relativamente frecuente de este santo . Aquí Juan sostiene, con su mano Izquierda, un rollo desplegado y una especie de cáliz, algunas veces una bandeja. En ella, se representa un niño desnudo que esta acostado, es Cristo.
En ocasiones, cuando los iconógrafos escriben un icono, representan acontecimientos distantes en el tiempo pero que están relacionados entre si. Este icono es uno de esos casos. Podemos observar a Cristo como un bebe yaciente. Esta imagen nos trae a la memoria el icono de la Natividad, su encarnación. Dios se ha hecho hombre, ha tomado una carne como la nuestra. El hecho de que esté yaciente sobre un cáliz, nos habla de la misión que El Padre le ha encomendado. Dirá San Pablo "Por tanto, así como los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Él (Jesucristo) de las mismas, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y libertar a cuantos por temor a la muerte estaban de por vida sometidos a esclavitud" (Hb 2,14-15). Es un anuncio de la Eucaristía, de su pascua, Cristo entra en la muerte para destruirla por su resurrección y liberarlos de la esclavitud del pecado y darnos su vida, VIDA ETERNA, "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre". (Jn 6, 51).
Esta es la transtemporalidad del icono en la que todos estos acontecimientos están co-presentes: el nacimiento está ya junto a la muerte y a la resurrección. La natividad, la institución de la eucaristía, su pasión y su resurrección están co-presentes. Son los elementos que forman parte de un único plan salvífico de Dios.
Si miramos la mano derecha de Juan observamos que con su dedo índice está señalando a Cristo. De nuevo, esto puede resultar algo misterioso para las personas que se acercan a la simbología de los iconos.
Juan viendo venir a Jesús vera todo este plan salvífico de Dios y por eso dará testimonio de él ante sus discípulos. Dice el evangelio "Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.» "Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús." Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús." (Jn, 1 35-37). Nos percatamos de que el espíritu se lo revela, porque le llama Cordero de Dios. Identifica en la persona de Cristo aquel que ya Isaías profetizó: "El ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. El soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados." (Is 53, 5) .
En su mano izquierda, como ya hemos dicho, porta un rollo en el que esta escrito "Се, Агнец Божий, вземляй грехи мира". He aquí el Cordero de Dios, que quita los pecados del mundo.
En algunas versiones de este icono se mezclan las imágenes de la Escritura con las imágenes provenientes de la liturgia ortodoxa oriental. Si miras detenidamente el cáliz que tiene Juan en la nueva imagen que aportamos, verás líneas de color blanco que se curvan hacia arriba convergiendo encima de la mano derecha de Juan en una pequeña estrella en la parte superior. Es un elemento litúrgico llamado "steriskos", la "cubierta de estrellas". Su propósito es sostener el velo de tela que se coloca sobre las ofrendas durante la liturgia eucarística en rito oriental y representa la Estrella de Belén.
Analizamos ahora los colores, como todo en los iconos tiene un significado, nada es casual o está en el icono respondiendo a un interés puramente estético. Si observamos los ropajes de Juan vemos en la bocamanga de su brazo derecho mechones de pelo, como dice la escritura "Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre." (Mc 1,6) .Este vestido es azul, color que representa la divinidad, el cielo, y el manto es de color marrón, color que representa la humanidad, la tierra. Nuevamente se incide en la idea del hombre celeste, el hombre nuevo, un ángel del desierto.
¿Qué nos dice hoy San Juan a todos los que contemplamos este icono?
Hoy Juan se nos hace presente y nos dice lo mismo que a sus discípulos "He ahí el Cordero de Dios." No solamente dando nuevamente testimonio de El sino también instándonos a que salgamos en pos de El.